La vida de nuestros
hijos está marcada por una serie de experiencias y vínculos con las personas
que lo rodean – desde que nace hasta el día de hoy – que son los que
contribuyen a formarlo como persona.
El niño desde su
concepción está recibiendo información para desarrollarse; en el vientre, la genética se encarga de
darle la información necesaria para recibir de sus padres sus características
(color de piel, ojos, cabello, etc.).
Y
para lograr la conformación de su cuerpo (se forman sus órganos, las partes
externas del cuerpo: piernas, brazos, etc.).
Pero se ha comprobado que también es capaz de recibir en los últimos
meses de gestación, información desde el exterior, como sonidos y poder
aprender a reconocer la voz de sus padres, lo que al nacer le dará mayor
seguridad ante este mundo desconocido, lleno de miles de estímulos, por lo que desde el embarazo, la necesidad de
ambos padres es importantísima.
Con el transcurrir del
tiempo, el niño va desarrollándose, crece en talla, peso y habilidades, pero
también aumentan sus necesidades afectivas.
Desarrolla emociones como la pena, alegría, cólera; por lo que también, necesita sentir esas
emociones, ver cómo sus modelos principales (padres y adultos con quien vive el
bebé) los manejan y saber que pase lo que pase, sus padres estarán cerca para
enseñarle y protegerlo.
La madre suele estar
presente y muy cercana, por lo que el niño cubre el 50% de sus necesidades
afectivas; pero necesita al padre para
cubrir el otro 50%; y es que la madre
aporta grandes cantidades de ternura, la alimentación y la protección, creando
un vínculo de cercanía fuerte; sin
embargo, se necesita al padre para brindar el amor restante, la sensación de
seguridad y el modelo del otro género, que le enseñe al niño que hay varias
formas de amar y de comportarse como niño y niña.
Cabe resaltar que el
niño no necesita sólo que los padres estén cerca; lo que necesita es que los padres establezcan
con él un vínculo fuerte, que se logra por medio de compartir tiempos y
actividades como juegos, salidas al parque, conversaciones; el niño necesita que los padres le demuestren
el amor que le tienen, el interés en su vida, sus juegos y sus deseos; no necesitan un proveedor de dinero, sino
padres que eduquen, amen y compartan con él;
además de cubrir sus necesidades básicas.
Por lo tanto, ambos
padres son igual de importantes y necesarios en la vida del niño, y necesita a
ambos para crecer, jugar y aprender, si queremos que sea un niño feliz y con
vida plena.
0 comentarios:
Publicar un comentario